CAMPO SUCIO

Campo Sucio

Campo Sucio busca transformar el modo en que percibimos nuestra flora local, con un concepto unificador que propone cambiar la mirada que tenemos hacia los elementos marginados de nuestro paisaje circundante.

El Jardín de Campo Sucio es el proyecto ganador de la beca Ama Amoedo. Consiste en crear una comunidad de plantas, viva y funcional: la recreación de un modelo de chircal en un predio del Espacio de Arte Contemporáneo (EAC) en Montevideo, Uruguay.

Campo Sucio obtuvo el premio a la trayectoria,  FEFCA, 2022.

Belleza / Limpieza

El proyecto “Campo Sucio” cuestiona los significados de “belleza” y “limpieza”. Campo sucio es un término que se utiliza en el ámbito rural para referirse a los campos que tienen chircas, pastos, árboles o arbustos que son impedimentos para la explotación de la tierra o para la  producción de tipo extractivista. “Limpian” los campos destruyendo la flora y la fauna local mediante quemas, rotación de tierra y en las últimas décadas con el uso de herbicidas, reduciendo la biodiversidad y la calidad de la tierra.  A la naturaleza no la llaman naturaleza, sino “recursos naturales”.

Podemos hacer un paralelo con los conceptos de colonización, con el desprecio por los cuerpos nativos y la admiración por  los cuerpos blancos, europeos, por su color de piel, de ojos y de cabello. Si buscamos, encontramos la belleza de la flora indígena, de los árboles, los frutos, los perfumes, las flores. «Recojo, en las afueras de Pan de Azúcar, unas flores silvestres. Se me acerca un hombre y me pregunta ¿usted busca y guarda esos yuyos que nadie quiere?». Esta propuesta de arte e investigación procesual tiene como objetivo  insistir en la reinserción cultural de esas “malezas”, revisando la narrativa hegemónica. La flora local sigue siendo despreciada, igual que los cuerpos indígenas.

Conceptos

Esta idea de paisaje editado revisa conceptos del jardín planetario de Gilles Clément, que nos posiciona a todos como jardineros, guardianes o destructores de nuestro refugio. Consiste en ver la Tierra como un jardín y a la humanidad como jardineros; malos o buenos jardineros. La palabra jardín proviene de garten en alemán, y quiere decir espacio delimitado, cerramiento. La Tierra cumple con esa definición: es un espacio finito, limitado. No podemos extendernos indefinidamente. La Tierra y el jardín tendrían tres puntos en común: el entrecruzamiento natural de las especies, los efectos de la acción humana sobre la biodiversidad y la finitud ecológica.

El proyecto cuenta con el asesoramiento en conceptos de  paisajismo y ecología de Alejandro O’Neill. [1]

La realización de los videos dará cuenta, de modo flexible, de una investigación que irá generando una suma de registros escritos, sonoros, fotográficos, audiovisuales e intervenciones in situ, material encontrado, dibujos y entrevistas, distintos fragmentos que se van a vincular  por medio del hilo conductor –el concepto de campo sucio. Una partitura audiovisual que va a partir de imágenes producidas en distintos parajes de Uruguay, de procesos de investigación, búsqueda, selección, transformación  y montaje. Incorporará lugares reales o lugares imaginados.

 

[1] https://www.alejandrooneillgardens.com/
“In my gardens I promote the use of plants that are adapted to local climates, thereby minimising water use and maintenance, whilst at the same time celebrating local flora.”
https://www.instagram.com/p/CaOFDE3Lr4f/

Propuesta

camposucio.org es una plataforma que funciona como eje o punto de encuentro para diferentes actividades relacionadas con las comunidades de plantas marginadas, mal vistas, que queremos desestigmatizar. Campo Sucio es resultado de  un proceso rizomático que está enmarcado en la investigación que implica  LO INNOMBRABLE.

Actividades

1) Jardín de Campo Sucio

La creación de una comunidad de plantas, viva y funcional: la recreación de un modelo de chircal. Esto surge de los conceptos relacionados al paisaje editado, que es parte de una corriente paisajística contemporánea que implica un proceso de análisis perceptivo del paisaje de las comunidades vegetales, y reconstruirlo  recreando una versión legible para todos.

2)  Micelio, red multidisciplinar

Artistas, poetas, músicos, biólogos, antropólogos, etc, que estén trabajando e investigando sobre el tema o temas relacionados a la propuesta conceptual de Campo Sucio. #camposucio #biodiversidad #contaminación #ecosistemas #agua #monocultivos

3) Acciones colectivas, performances

Caminatas de relevamiento de ecosistemas relacionados a lo que se llama campo sucio, con énfasis en la interpretación de los conceptos de “yuyos” y “malezas” y en la percepción de la “belleza” de los jardines tradicionales.

En nuestro afán por parecer europeos nos catalogamos como descendientes de “los que bajaron de los barcos”, como si eso nos hiciera mejores que el resto de los latinoamericanos. Sentirnos descendientes de europeos nos llena de orgullo. En Uruguay no hay indios, sostenemos, con cierta suficiencia. Parecería que queremos creer que tampoco hay flora nativa.

Esos yuyos que no son "malas hierbas" como se tilda a las flores multicolores que aparecen en nuestras praderas. Que brotan, insistentes, como si no quisieran desaparecer, pese a los años de sobrevivir pisoteados y masticados por vacas y ovejas, aplastados por veredas y pavimentos y de resistir obstinadamente a las plantaciones de monocultivos y los herbicidas asociados.

Las flores silvestres vuelven con insistencia. ¿Son como la sangre indígena? ¿Son ese sentir silenciado que retoma fuerza y dice que existe? Las plantas que ornamentan Montevideo, las ciudades del interior del Uruguay y los jardines que habitamos son en su mayoría exóticas; no solamente los árboles sino los arbustos y las herbáceas, demostrando nuestro desconocimiento y desprecio por la vegetación nativa.

Esto nos obliga a revisar nuestro concepto de belleza; no tendemos a algo porque sea bello, sino que consideramos bello algo porque tendemos hacia ello; la belleza no sería una cualidad del objeto observado, sino un efecto sobre el observador

Cultivamos nísperos y manzanos, perales y naranjos, ciruelos, durazneros e ignoramos y dejamos de lado el arazá, el guayabo, la pitanga, así como despreciamos y desconocemos el significado de la toponimia guaraní que forma parte del sonido de nuestra tierra e ignoramos que hasta mediados del siglo XIX en el Uruguay se hablaba guaraní.

Algunas definiciones de malezas de campo sucio

En la agricultura moderna se aconseja la utilización de glifosato y otros herbicidas para el control de las “malezas de campo sucio”.

Las especies nativas denominadas “malezas de campo sucio” tales como carqueja, mío mío, chirca, cardilla han sido indicadas sistemáticamente  por varios autores como uno de los principales factores determinantes del deterioro productivo de pasturas naturales y artificiales.[1]

Campo sucio: campo donde predominan o abundan arbustos, subarbustos o grandes hierbas no gramíneas, que el ganado deja de comer en desmedro de las buenas gramíneas. Campo con especies que normalmente no integran la dieta del animal, pero ocupan un lugar en la vegetación, e inciden en el comportamiento y manejo del ganado, causando daño económico en el sistema productivo. [2]

“La maleza, mala hierba, hierba mala, yuyo, planta arvense, monte o planta indeseable es cualquier planta que crece de forma silvestre en una zona cultivada o controlada por el ser humano como cultivos agrícolas o jardines. En sentido general, son plantas consideradas como una molestia, especialmente entre personas dedicadas a la jardinería o la agricultura.” [3]

 

[1] Plan agropecuario/ Recursos naturales control de malezas de campo sucio/ Ing. Agr. Daniel Formoso, Ing.  Agr.  Marcos Martinez/ https://www.planagropecuario.org.uy/publicaciones/revista/R141/R_141_48.pdf

[2] Sylvia Saldanha Dpto. PAYP – EEFASalto Fac de agronomía/ http://prodanimal.fagro.edu.uy/cursos/PASTURAS%20CRS/28%20-%20Malezas%20de%20campo%20sucio%20-%20Control.pdf

[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Maleza

Performance Ramos de Campo sucio en contexto de la exposición Lo innombrable, en el Museo Juan Manuel Blanes, 08 de mayo de 2022: Alejandro O’Neill, Jose Burlando, Marcelo O’Neill, Karin Bosveld y Saia Long se encargaron de cosechar, organizar, armar y repartir ramos de nativas a los visitantes de la exposición Lo innombrable.

– – –

Lo innombrable es un proyecto de Teresa Puppo apoyado por el equipo curatorial de Ángela López Ruiz (urug), Gabriela Larrañaga (arg) y Graciela Taquini (arg) que se presentó en el 2022 en el Juan Manuel Blanes, Montevideo. Este proyecto parte de una investigación sobre la formación de la subjetividad en los estados-nación rioplatenses, los genocidios de los pueblos indígenas, la identidad y la problemática del colonialismo interno y la discriminación. Lo innombrable es hablar sobre lo no dicho, lo silenciado, es una forma de visibilizar una realidad de Uruguay y de poder decir lo que por distintas causas, no se pudo decir.

Lo innombrable también es hablar sobre la memoria. La memoria no pertenece a un individuo, también es memoria colectiva. Pero son inseparables. Y Tomar la palabra es poner en cuestión el mito del país blanco, sin indios, compuesto por descendientes de europeos. Y también es hablar de las mezclas y revalorizar nuestras especies nativas.

Teresa Puppo

Artista visual y escritora.

La experimentación y la investigación son las constante en su trabajo  como artista contemporánea. Sus prácticas artísticas habituales son multidisciplinarias, incluyen la pintura, el dibujo, el video, la poesía, la performance, la foto y video performance y, desde hace algunos años, la film performance y el cine experimental. Ha desarrollado distintas modalidades de arte de acción que evolucionaron hacia la performance poética y política.  En algunos de sus  trabajos  convoca, organiza y forma parte de performances colectivas. 

Lleva adelante una extensa investigación sobre temas decoloniales, la formación de la subjetividad en los estados-nación rioplatenses, los mitos fundacionales, las políticas sistemáticas de exterminio de los pueblos indígenas, la discriminación, las heridas familiares que devienen heridas sociales, la violencia epistémica perpetrada contra los  descendientes de indígenas en el territorio que habitamos y los traumas transgeneracionales que se transmiten a los descendientes.

Alejandro O’Neill

Artista visual y paisajista.

Alejandro O’Neill es un artista multidisciplinario, enfocado en la naturaleza y el paisajismo. Trabaja con diversos medios y técnicas, la fotografía, las instalaciones, el audiovisual, el landart, la poesía experimental. Ha colaborado y creado obras audiovisuales y performativas junto con Teresa Puppo (La búsqueda del camino en tres actos, Ramos de Campo Sucio). Es ganador de la medalla de oro de A-Mazing Garden (2019) Moscow Landscape Competition, Festival del paisaje de Moscú, Rusia. Merecedor de cinco estrellas dos años consecutivos en Chelsea M&G (2017 y 2018) Londres, Inglaterra. Medalla de oro en Chelsea Flower Show y en Malvern Spring Flower Show (2016) también en Londres, Inglaterra.